Hablar de la saga Gel-Nimbus es hablar de una de las zapatillas más reconocibles del running neutro. Pero también es hablar de expectativas altas: comodidad, protección y fiabilidad para sumar kilómetros sin pensar demasiado en lo que llevas en los pies.

La ASICS Gel-Nimbus 28 no intenta reinventar el modelo. Lo que hace, y esto es clave, es afinar cada elemento para que la experiencia sea más eficiente, más ligera y más cómoda, especialmente en tiradas largas y rodajes diarios. Y aquí es donde empieza a marcar diferencias reales.

Primeras sensaciones: menos peso, más facilidad

Uno de los cambios más evidentes al cogerla en la mano es el peso.
Ha bajado de forma clara respecto a la versión anterior: alrededor de 20 g menos, y eso en una zapatilla de máxima amortiguación se nota más de lo que parece.

En carrera, la sensación es muy clara, sigue siendo una Nimbus, pero se mueve con menos esfuerzo.

No es una zapatilla rápida, ni lo pretende, pero ahora no penaliza tanto el ritmo cómodo, algo fundamental para quienes entrenan muchos días a la semana.

Mediasuela: el verdadero corazón de la Nimbus 28

ASICS mantiene el FF BLAST™ PLUS como espuma principal, pero en esta versión hay un matiz que solo se entiende de verdad cuando empiezas a sumar kilómetros: la densidad ha bajado. No es un cambio de nombre ni de marketing, es una sensación clara bajo el pie. La mediasuela se percibe más blanda, más elástica y más amable, especialmente cuando el ritmo es constante y el cuerpo empieza a acumular impacto.

En carrera, esta reformulación se traduce en una amortiguación que absorbe mucho, pero sin volverse torpe. No estamos ante una espuma explosiva ni con ese rebote marcado que buscan las zapatillas más orientadas al rendimiento. Aquí la filosofía es otra: el FF BLAST PLUS trabaja para acompañar la pisada, suavizar el impacto y devolver solo lo necesario para que el gesto sea eficiente y, sobre todo, sostenible durante muchos kilómetros. Esa combinación es clave para reducir la fatiga muscular en tiradas largas, donde cada pequeña ayuda cuenta.

A esto se suma el PureGEL™ en el talón, que sigue siendo uno de los grandes aciertos de la Nimbus. Es una evolución clara del GEL clásico, mucho más blando (hasta un 65 %), pero integrado de una forma muy natural dentro de la mediasuela. En los aterrizajes, especialmente para corredores talonadores, el impacto se disuelve de forma progresiva, sin esa sensación de hundimiento excesivo que a veces aparece en zapatillas muy blandas. El talón amortigua, estabiliza y enlaza con el mediopié de manera fluida, ayudando a que la transición sea suave incluso cuando la técnica empieza a deteriorarse con el cansancio.

El resultado es una pisada muy controlada, cómoda y protectora, que no te exige nada a cambio. La zapatilla hace su trabajo en silencio, permitiéndote centrarte en correr, algo especialmente valioso en entrenamientos largos, rodajes de recuperación o días en los que el cuerpo no está para forzar.

Suela: menos caucho, mejor colocado

Uno de los cambios más inteligentes de la Gel-Nimbus 28 está en la suela, aunque no sea lo primero que salta a la vista. ASICS ha optado por reducir la cantidad de caucho, pero lo ha hecho con cabeza. No hay recortes innecesarios ni zonas desprotegidas: el caucho se mantiene donde realmente sufre el desgaste y se aligera en aquellas áreas donde no es imprescindible.

Esta decisión tiene un impacto directo en la experiencia en carrera. La zapatilla se siente más ligera y más ágil, especialmente en la fase de transición, sin que eso suponga renunciar a la durabilidad o al agarre. La combinación de HYBRID ASICSGRIP y AHARPLUS ofrece una tracción muy fiable en el terreno para el que está pensada esta Nimbus: asfalto seco, húmedo, carril bici o superficies urbanas algo irregulares. No es una suela para caminos técnicos ni para aventuras fuera del asfalto, pero sí para el uso real de la gran mayoría de corredores que entrenan en ciudad.

Upper: más sujeción, más orden

En el upper también hay una evolución clara respecto a versiones anteriores. El tejido de punto técnico sigue siendo protagonista, pero ahora está mejor estructurado. Es menos elástico y ofrece una sensación de mayor orden en el conjunto, especialmente en el mediopié. El pie va más sujeto, mejor centrado, y eso se agradece en corredores que antes podían notar la Nimbus demasiado permisiva en apoyos laterales. Aquí el ajuste es más seguro, sin perder esa comodidad que siempre ha definido al modelo.

La lengüeta mantiene la filosofía de continuidad, pero con pequeños ajustes muy bien pensados. Sigue siendo de knit, pero es más delgada y está más perforada, lo que mejora claramente la transpirabilidad en una zona crítica, sobre todo en rodajes largos o en condiciones de calor. Son detalles que no llaman la atención en una prueba corta, pero que marcan la diferencia cuando pasan los kilómetros.

Todo esto hace que la comodidad de la Nimbus 28 vaya mucho más allá de la amortiguación. La plantilla OrthoLite X-55 contribuye a mantener el pie fresco y seco, el collar acolchado envuelve sin presionar y el ajuste general transmite seguridad sin sensación de opresión. Es una zapatilla que se adapta al pie y, una vez empiezas a correr, simplemente desaparece. Y en un modelo de entrenamiento diario, ese es probablemente uno de los mayores cumplidos que se le pueden hacer.

¿Para quién es la ASICS Gel-Nimbus 28?

Aquí es donde realmente aporta valor entenderla bien.

Ideal para:

  • Corredores neutros
  • Peso medio o alto
  • Quienes priorizan protección y comodidad
  • Rodajes largos
  • Recuperaciones
  • Entrenamientos diarios sin mirar el ritmo

No es la mejor opción si:

  • Buscas una zapatilla rápida o reactiva
  • Quieres sensaciones firmes
  • Entrenas principalmente a ritmos altos

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Evolución inteligente, no revolución

La ASICS Gel-Nimbus 28 no busca sorprender, sino mejorar justo donde el corredor lo necesitaba: menos peso, una amortiguación más suave y elástica, un ajuste más ordenado y una sensación general más cómoda y eficiente. Mantiene intacta la esencia Nimbus, pero ahora se siente más afinada y más fácil de correr durante muchos kilómetros.

Es una zapatilla que no impresiona en los primeros minutos, pero que cobra todo su sentido cuando el entrenamiento se alarga. Como un buen rodaje base, no llama la atención… hasta que te das cuenta de lo bien que te ha tratado al final.

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